Es
un Estado independiente que pertenece a la Commonwealth (Comunidad Británica de Naciones)
Se
cree que el nombre de "Bahamas" proviene de una deformación de las
palabras españolas baja mar, ya que gran parte de las islas de este
archipiélago sólo se pueden avistar durante la marea baja o baja mar.
Breve síntesis Historica
En
1492, el almirante Cristóbal Colón, también, descubrió este archipiélago que
tomó para el Reino de España.
Desde
finales del siglo XV hasta el siglo XVII, las Bahamas estuvieron
bajo la soberanía española, pero por su situación estratégica en la ruta de los
galeones, que regresaban cargados de riquezas al Viejo Mundo, y por ser un
auténtico laberinto de islas, paulatinamente se fue transformando en escondite
de piratas, bucaneros y filibusteros,
en su mayoría ingleses. En el siglo XVIII, los lealistas británicos que habían
dejado Nueva Inglaterra, a causa de los sentimientos anti
colonialistas existentes en aquella colonia ubicada en territorio americano, se
trasladaron a las islas y, entonces, por el gran número de colonos británicos
la soberanía del archipiélago se traspasó de España al Reino Unido.
En 1784 las Bahamas fueron declaradas colonia británica y, de esta manera,
se mantuvieron hasta 1973 cuando sus habitantes votaron a favor de la
independencia.
El
ambiente corsario que todavía se respira en las aguas de Bahamas inspiró un
capítulo de mi tercer libo: “El Último Inmortal”, que voy a agregar al pie de
la presentación por si alguien le apetece entretenerse con la lectura.
Para
aquellos de bolsillos interminables Bahamas es un sitio para comprar una isla o
para recorrer en embarcaciones de lujo el archipiélago. Pero no se preocupen
porque no hace falta una posición tan holgada para disfrutar de este rincón que
muchos llaman: “Un paraíso en la tierra”.
Ubicada
en la isla de Nueva Providencia es la capital económica de Bahamas. Esta ciudad,
a pasos de playas de arena blanca, se destaca por el orden, su pulcritud y su
belleza. Nassau posee un par de puentes colosales y una arquitectura urbana exquisita,
donde los mejores ejemplos los representan los edificios rosados del Parlamento
y el Senado que se encuentran en Rawson square. Desde esta misma, plaza histórica,
parte la Calle Bay Street donde se encuentran las grandes joyerías donde no
faltan las máquinas de dar la hora de las mejores marcas, las piedras preciosas
y las buenas perlas. Pero en este aspecto tampoco pasen pena porque muy cerca
de allí esta el Mercado de Paja donde, entre tantas otras cosas, por unos pocos
dólares pueden comprar una bolsa o una cesta bonita.
El
museo Pirata es muy interesante y los puestos que venden pescado en el puerto
muy curiosos.
Además,
de eso si ustedes van para abrir una cuenta en un banco sepan que van a
conseguir beneficios importantes y atención de soberanos…
Es
otra ciudad de Bahamas, ubicada en la isla de Gran Bahama
que con su embarcadero, la posibilidad de hacer deportes acuáticos, la proximidad
de los parques nacionales y las caballerizas para alquilar caballos es una
buena base para desarrollar turismo.
En el siguiente mapa aparece señalado con banderín amarillo con punto: Nassau capital de Bahamas, mientras que la otra indicación del mismo color sin el punto muestra la ubicación geográfica de Freeport-Bahamas. Por otro lado Miami aparece señalada con banderín de color lila y La Habana con un similar de color verde. Destaco estas posiciones porque como prácticamente no hay vuelos directos entre estos dos últimos países una buena opción es utilizar Nassau como puerto de enlace.
La parte que destaco en color, a continuación, es independiente de la presentación de Bahamas y tiene como objeto llegar a los amantes de la literatura romantica y de ficción.
Capítulo III del libro: "El Último Inmortal"
AÑO 1717, NASSAU CAPITAL DE LA
ISLA DE NUEVA PROVIDENCIA
Voces y risas, se abrían paso entre el follaje. Tres pares de pies bajaron, por la sílice rosada, para llegar al suelo duro bañado por las aguas celestes que a lo lejos se confundían con el cielo mientras que a la playa llegaban como látigos inofensivos que sin afán de golpear acariciaban la costa, revolviendo el líquido salado y formando espuma blanca. Un gran abanico de colores; el amarillo oro del astro en lo alto observaba como en la costa despuntaban marrones que se abrían en verdes de palmas. Se dejó caer en la arena y a sus lados las muchachas. La playa era su jardín más arriba estaba su residencia, cerca suficiente como para que en momentos de soledad le acompañe el murmullo de las olas. Su casa estaba construida de madera, pintada de blanco y algunos peldaños la separaban del suelo. El primer nivel lo ocupaba una sala de estar y un ángulo para cocinar caído en desuso. Arriba estaban las habitaciones desde donde se veía el mar que a menudo hacía de fondo en los cuadros de galeones, pintorescos o destrozados en batalla, que iban y venían del puerto. A unos cientos de pasos se ubicaban los muelles y un puñado de edificaciones. Dos posadas, otras tantas tabernas y una plaza donde operaba un mercado, de lo más extraño, en el que se podía comprar: sal, un trozo de carne, una joya o una obra de arte. Así vivía Brandon Jefferson en la República Pirata donde la única ley, precisamente, era que no existía ley alguna. El londinense a pesar de su cultura y su comodidad social encajaba muy bien en aquel ambiente filibustero. Por las noches frecuentaba los lugares de óseo donde los hombres bebían ron o cerveza pero para Brandon siempre había una botella de buen brandy. Allí se ganó el respeto sin demostrar su valía con las armas. Usaba todos sus trucos y cuando se sentaba en una mesa de juego mezclaba sus conocimientos de la baraja con sus prácticas de ilusionismo, tenía tanta habilidad que podía repartir a su antojo las ganancias y las pérdidas entre los jugadores sin que nadie notase nada. En la práctica del ajedrez, imponía su velocidad mental de la mano de su inteligencia. Enfrentados en una partida apasionante acortó distancia con Edward Thache, el pirata al que llamaban “Barba Negra”, con quien más tarde cultivó una gran amistad. Aquel hombre legendario como de manera errónea se cree no llevaba barba, su apodo viene de que una vez al final de una batalla las explosiones de pólvora habían tiznado su bajo cara. Tampoco era más cruel que otros piratas; sí era aguerrido, fuerte y tenía por costumbre luchar con destreza con una inusual cantidad de armas. El principal papel de Brandon, en aquel paraíso, era persuadir a los filibusteros para que no ataquen las naves de su padre. Esto último precisamente se apostaron al mejor de tres partidas de ajedrez con Barba Negra, quien más adelante murió y fue decapitado después de caer tras recibir más de diez estocadas y cinco disparos de arma de fuego frente a las costas de Carolina del Norte sin quebrantar su palabra de no atacar jamás un barco de los Jefferson. En 1718 el Gobierno británico se hace con el enclave y le asigna la gobernación a un ex pirata. El Capitán Woods Rogers llegó con la difícil misión de limpiar la isla de filibusteros. A cambio ofrecía perdón real por dejar la actividad, en caso contrario, encierro y muerte. Por aquella época, Francia, Holanda y Gran Bretaña firmaron un tratado y con el acuerdo comenzó una feroz casería de malvivientes de los mares. Llegaron malos tiempos para los piratas, el primer año fueron capturados y ajusticiados varias decenas de ellos y algunos años más tarde, prácticamente, les extinguieron. Sin los corsarios la capital de la isla había perdido aquel ambiente corsario que tenía atrapado a Brandon. Además, la compañía de su padre que resistió a los más temibles peligros de los mares perdía su batalla en tierra y daba quiebra. Para entonces no quedaba nada que retenga al londinense en La Isla de Providencia y uno de los tantos barcos que vio pasar por sus ventanas ahora lo llevaba de regreso a casa.
… Cuando llegó a la residencia Kensington encontró a su madre con un reducido grupo de sirvientes. Se acomodó en su antiguo cuarto, llegó con algo de dinero y sin equipaje. Tomó un agradable baño y comprobó como su antigua ropa le quedaba como antes. Cameron se veía agotada porque luchó mucho junto a Christopher, para que su esposo escapase a la muerte. Cenaron y hablaron mucho, pero los temas principales los dejaron para el día siguiente. Entonces caminaron del brazo por el jardín como antes. «Dios no permitió que veas a tu padre de los últimos años. Puedes llevarlo en tus recuerdos como aquel hombre apuesto y fuerte.» «¿Los problemas que terminaron con la compañía de papá se llevaron la fortuna de la familia?, ¿verdad mamá?». «Sí, voy a vender la mansión y con lo que saque, más las joyas, tendré suficiente para vivir dignamente, en una casa pequeña, hasta el final de mis días. Siempre has hecho lo que has querido pero esta vez quiero que hagas lo que yo te pido. Quiero que nos lleves en tu corazón con nuestra mejor imagen, dentro de la residencia o entre estas hermosas flores. Por esa razón quiero que nos abrasemos, me beses y marches para siempre. Por favor, Brandon, no digas nada quiero que así me recuerdes.»
Un día más tarde, los últimos de una familia se estaban despidiendo, fue en aquel momento que Cameron le entregó la caja de marfil que contenía las piedras: la esmeralda, el zafiro y el diamante. Brandon, que jamás las había visto, abrió la caja y sintió una energía que recorrió su cuerpo y se descargó por la punta de sus dedos hacia el universo. «No las puedo aceptar, son muy valiosas y podrían serte útiles.» «Estas piezas contienen la energía del amor que nos profesamos con tu padre. Esto es lo que tú eres, y son parte de ti, así lo siento, deben acompañarte.» Brandon cogió la caja y después del último beso, con algunas lágrimas cruzando el rostro de ella, se introdujo en el coche para alejarse.
En los últimos escritos, Álter el Mago, cuando ya no poseía el control de su pulso, grafió un párrafo ilegible, donde quiso escribir: “El milagro, parte desde el instante que se pone en movimiento la espiral del tiempo y se concluye cuando las piedras se encuentran con el poderoso desarrollado. El zafiro, la esmeralda y el diamante, proyectarán su carga junto a la energía del ser al infinito y será entonces cuando la fuerza que lo creó girando en él se detendrá para siempre”.
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Sinopsis del libro
"El Último Inmortal es una novela desarrollada sobre el escenario de nuestro planeta pero no es una obra que está escrita de oído porque el autor pisó esos suelos, sintió las vibraciones suspendidas en el tiempo entrar en su cuerpo, su corazón las destiló y su puño las plasmó en este libro. En un mundo real, con un ayer como fue, en la situación que hoy vivimos y en un futuro como todos deseamos el escritor inserta magistralmente su personaje de leyenda."
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