Llegué
desde Israel, cruzando el desierto del Sinaí y el Canal de Suez. Sobre este
último quiero destacar que cuando no tenemos contacto visual con el líquido nos
da la sensación de que barcos del tamaño de edificios navegan sobre las arenas
del desierto.
En la siguiente imagen aparece el cruce del canal de Suez en la época en que todavía no existía el puente
Era
el año 1989; recuerdo que la situación económica por allí no era demasiado buena
y el cambio, a los que llegábamos de Europa en mi caso desde Londres, nos
favorecía muchísimo. Realmente, esta situación, con algunas variables, se
mantiene.
En
la capital, el autobús internacional que nos traía entró en una estación
privada, detrás del medio se volvieron a cerrar las rejas y del otro lado
quedaron cientos de desesperados que chillaban y nos hacían señas en el afán de
conseguir un cliente. Salí de allí y fue como entrar en un coliseo lleno de
leones, pero no me quejé en su momento y mucho menos lo voy a hacer ahora que
ha pasado tanto tiempo. Además, ese tipo de situaciones que, realmente, me
divierten dan sabor a los viajes.
Minutos
más tarde, iba montado en un coche que me llevaba al hotel; ya no era divertido
y dentro de mí se imponía una pena que crecía. Porque el desorden no tenía
límites, nunca había sentido sonar tanto el claxon como en aquel sitio y los
buses que no tenían vidrios llevaban más gente colgada en el exterior que en
los propios asientos.
Había
hambre, recuerdo haber comprado un poco de fruta y una mujer desesperada me
arrancó el paquete de la mano y comenzó a devorar su contenido de inmediato.
El
río Nilo atraviesa la ciudad y junto al segundo curso de agua más largo del
mundo en el Cairo se levanta la Torre de la Televisión que nos ofrece unas
vistas maravillosas. ¿No sé cuánto más ustedes podrán descubrir de la capital
egipcia? De mi parte con esto y el Museo Egipcio, uno de los más impresionantes
que he visto —ver las fotos— estoy hecho.
Tengo
que agregar que de noche había algunos locales que ofrecían pasar un rato
entretenido. Mientras que ahora sé por amigos del Cairo, que solía encontrar en
Ibiza, de que a pesar de los tabúes religiosos la fiesta ha progresado mucho.
Hace unos meses, Abril del 2011, regresé al Cairo para un stop over de la ruta que me conducía a Tailandia y les puedo asegurar que me asombré al ver cómo había crecido la ciudad que cuando yo la conocí ya era inmensa.
Guiza
Situada
del lado oeste del Nilo a un puñado de km del Cairo es la tierra de las pirámides
más famosas. Como le dije anteriormente, los precios son muy convenientes y,
entonces, es preferible contratar un taxi privado, para todo el día, y que el
chofer les lleve donde sea necesario. Un poco más allá de la ciudad está la meseta donde se encuentran los restos arqueológicos monumental de la Necrópolis de Guiza, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que contienen:
· La pirámide Keops, también conocida como: “La Gran Pirámide de Guiza”
· La pirámide
Kefren
· La pirámide
de Micerino
· Las
pirámides de las reinas
· La
Pirámides subsidiarias
· Las
mastabas de nobles y cortesanos
· Los
templos funerarios
· Los
templos del valle
· Las
calzadas procesionales
· Los
fosos que contienen las barcas solares
· La
ciudad de los artesanos con almacenes y talleres.
La imagen muestra una sección de la Gran Pirámide (fuente Wikipedia) |
Son
muchos sitios pero uno que se mueve veloz y no sufre demasiado las altas temperaturas
con 2 días completos tiene suficiente. Es curioso ver el tamaño de los
escalones de la Gran Pirámide que en la tele parecen pequeños a pesar de
sobrepasar la estatura de un hombre y es emocionante descender al interior para
visitar la cámara funeraria, allí abajo faltaba un poco el aire. Toda la zona
es un tesoro arqueológico y hay otras tumbas que con el paso del tiempo la
erosión desintegró la pirámide, pero siguen siendo muy interesantes porque
debajo del nivel del suelo la construcción, en algunos casos, continúa en buen
estado e incluso es posible descender hasta donde estaba alojada la cámara
funeraria.
Templo de Luxor |
Por
toda su extensión a través del desierto el contraste de la ribera fértil del
Nilo con el resto del terreno nos ofrece un cuadro maravilloso. Luxor, se
encuentra a 658 km al sur del Cairo y
quien no quiera coger un avión puede viajar en tren, autobús o en un crucero
por el Nilo. Esta ciudad edificada sobre las ruinas de la antigua ciudad de
Tabas nos ofrece un patrimonio increíble como lo son:
·
El templo de Luxor
·
El templo de Karnak · UNESCO
·
El Valle de los Reyes · UNESCO
·
El Valle de las Reinas · UNESCO
·
Los colosos Memnón
A
208 km más al sur del destino anterior, a la altura de la primera catarata,
aparece esta ciudad relevante, ¿quién no ha oído hablar de la represa de Aswan?
Mezquitas importantes y un bazar colorido por oro, especias y otros regalan emoción
a los venidos de lejos que no pueden dejar de ver la obra faraónica patrocinada
por la UNESCO: “Cuando la isla de File quedó sumergida bajo las aguas
embalsadas por la presa de Asuán, los templos fueron desmontados,
trasladados y reconstruidos en el cercano islote de Agilkia”. Grandezas del hombre.
Pintura del Faro de Alejandría |
Al
norte del país, sobre el delta que forma el río Nilo antes de salir al mar
Mediterráneo encontramos esta ciudad fundada por Alejandro Magno en el 332 a. C.
Y conocida por su Reina Cleopatra. En la ciudad también estuvo el faro de
Alejandría, que fue una de las 7 maravillas del mundo antiguo. Hace unos pocos
años arqueólogos submarinos franceses encontraron los restos del famoso faro
que sucumbió por un terremoto en algún punto entre los siglos XI y XIV.
Peces y coral |
Sobre
este mar precioso Egipto ofrece un puñado de destinos maravillosos, a muy buen
precio. Buena calidad de buceo, la posibilidad de alquilar veleros, las
excursiones por el desierto y el buen servicio hacen de Sharm el-Sheij, ubicada
en el extremo meridional de la península del Sinaí y sus poblados vecinos un
lugar excelente para hacer turismo. Solo que hay que considerar viajar a toda
la zona del Sinaí donde algunas organizaciones terroristas suelen causar
desastres. Esto queda a criterio de cada uno, porque de mi parte me siento
incapaz de decir: “vayan o no lo hagan”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario