VIAJAR CON UN ESCRITOR: Portugal

Portugal

Este país, fue un gran imperio que se extendía desde Brasil a Macao, en la costa de China, pasando por Goa en India y otras colonias. Luego la independencia de Brasil y “Las Guerras Napoleónicas”, hicieron mermar su poderío hasta el punto que hoy, además de su territorio continental cuenta solo con las islas Azores y la isla de Madeira.

Por más de tres milenios: celtas, fenicios, cartagineses, griegos, romanos, germanos (suevos y visigodos), musulmanes, judíos y otros pueblos han dejado huella en la cultura de este pueblo.

Recuerdo que llegué al país a finales de los ochenta y fue una experiencia maravillosa. Sus costumbres, la gente, la comida y sobre todo los precios hicieron mi estadía muy apetitosa.

Portugal

Lisboa

Es una ciudad importante que se levanta en el lugar donde el río Tajo llega al océano Atlántico.

Creo que como ayer, hoy también, cualquier visita a esta capital declarada ciudad global, debe comenzar por el Barrio Alto. En la época que yo anduve por allí, unos curiosos ascensores llevaban al alto y en el camino hacia el elevador: tranvías y otras curiosidades alegraban el paseo.

Allá arriba abundan los bares, los restaurantes y no faltan los lugares donde echar un baile.

Otros sitios para ver en la capital

La Torre de Belén (Foto número 5 al pie de página)

Caldo verde, plato nacional

Este monumento arquitectónico del estilo manuelino declarado Patrimonio de la Humanidad fue levantado sobre el río porque estaba destinado a funcionar como una oficina que cobraba impuestos a todos aquellos que entraban por vía fluvial a la ciudad.

Lisboa también cuenta con un monasterio importante como el de Los Jerónimo, algunos museos, la catedral, otras iglesias, edificios antiguos muy bonitos, miradores y "El Castillo de San Jorge".

Oporto

Es una ciudad majestuosa, que se levanta en el estuario del río Duero, cuyo centro histórico embellecido por casas antiguas y calles históricas, que yo conocí empedradas y no sé como están ahora, es Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO.

Por lo que acabo de comentar estoy seguro de que ustedes están deduciendo que llegué a Portugal en otros tiempos.

Así es; por aquellas fechas el tren que entraba a Oporto, proveniente del sur, atravesaba el río por el Puente Viejo, o lo que es lo mismo por una estructura de acero que allá arriba contenía el binario. Estrecho y sin barandas, a pesar de que el tren para cruzar bajaba la velocidad, a paso de hombre, ustedes no se imaginan cuanto miedo que cogía, en esos pocos minutos, el cuerpo.

Otra experiencia preciosa que tengo muy presente de Porto es el tranvía que recorría con gracia la costanera. Este servicio tiene sus orígenes en el año 1872; en sus inicios, el tranvía era tirado por mulas, luego funcionó de vapor, más tarde eléctrico y a pesar de que en el pasado fue un importante medio de transporte, en la actualidad solo opera con fines turísticos.

Además de eso en este lugar del norte de Portugal hay otros atractivos como por ejemplo: museos, la catedral, algunas iglesias, “La Torre de los Clérigos”, que ofrece excelentes vistas de la ciudad, y el palacio.

Si en Lisboa se llegaba al Barrio Alto con un ascensor en Oporto es posible utilizar el teleférico. Su gastronomía, el vino y la juerga, en esta ciudad, son tres grandes complementos.

Faro

Es una urbe medieval capital de Algarve —extremo sur del país; ver el mapa— que posee un atractivo puerto deportivo; un casco antiguo lleno de cafés al aire libre y una excitante vida nocturna —capaz de atraer a jóvenes de toda Europa—. Todo eso junto a sus playas maravillosas, como es el caso de las arenas de la Isla de Barreta, hacen que este sitio ideal para practicar deportes acuáticos sea codiciado y deseado por el turismo de mazas.

Portugal es mucho más de lo que yo conozco y para que tengan una idea más amplia, a continuación, agrego la lista completa de anexos al Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO en el país luxo junto a un excelente documental de la "2 de Televisión Española".