La energía que hay en Ibiza es única; vivir allí fue un privilegio y esta presentación es un homenaje a esta isla maravillosa.
Muero por empezar la casa por el techo, o sea, ir directo a la noche, pero por respeto a los lectores voy a mantener la calma y seguir un orden; razón que me obliga a iniciar con una serie de imágenes históricas, pero antes de hacerlo quiere destacar que Ibiza comenzó a experimentar el cambió que la llevó al primer lugar de la diversión global con la llegada de los hippies a finales de los años sesenta. A propósito de esto quiero destacar la tolerancia de los payeces (lugareños) en el ayer con los hippies y en el hoy con los clubbers (fiesteros).
Las siguientes fotografías pertenece a un amigo de facebook que, entre tantos otros, hoy no puedo localizar para escribir su nombre. De todos modos prometo que cuando lo encuentre lo haré; mientras tantos en nombre vuestro y mío les doy a las gracias.
Las siguientes fotografías pertenece a un amigo de facebook que, entre tantos otros, hoy no puedo localizar para escribir su nombre. De todos modos prometo que cuando lo encuentre lo haré; mientras tantos en nombre vuestro y mío les doy a las gracias.
Esta
isla maravillosa ubicada a unas pocas horas de barco desde Denia (100 km) o un
suspiro de avión desde cualquier punto de España, tiene un origen morfológico
muy irregular que da origen a calas preciosas y playas perfectas. La montaña de
Sa Talaia (475 m), situada en el municipio de San José, es el punto más alto de Ibiza y a
propósito de este sitio, agrego un extracto de mi libro Sex Safari.
Llegar
a San Antonio por el camino más largo; salieron de la ciudad en dirección al
aeropuerto, bordearon la terminal por la carretera de la derecha y lo dejaron
atrás. Unos kilómetros más adelante atravesaron un pueblecito pequeño y minutos
más tarde el coche viajaba paralelo al mar. El conductor se detuvo unos
instantes junto a un barranco, sobre una cala refugio de pescadores donde
echaron un vistazo a la postal y continuaron viaje. No había tráfico y la
carretera se adentró en un bosque de miles de verdes dioses custodios de una
gran armonía y una inmensa paz. Inmersos en el sosiego llegaron a la doble
línea de asfalto que conduce a San Antonio por el camino de San José, este
último municipio está a más de cuatrocientos metros sobre el nivel del mar y,
esa razón, permite al viajero divisar, desde allí, toda la bahía…
…
Siguieron bajando y cuando llegaron a destino la zona estaba concurrida por
turistas, en su mayoría ingleses color blanco algodón los recién llegados y
rojo langostino aquellos que ya habían gozado de días de sol. A tiempo para
disfrutar del espectáculo ocuparon una mesa del famoso Café Del Mar…
Preciosa
puesta de Sol
Con
la totalidad de la circunferencia oculta comenzó la batalla por el control del
cielo. Aparecieron rayos rojos prepotentes que con el correr de los minutos
fueron dominados por azules cada vez más intensos y, poco a poco, estos últimos
se hicieron con el control del cielo. Pero quedaban otros combatientes aún más
poderosos; los guerreros negros bajo las órdenes de la Luna que armados de estrellas
y cometas dominaron el reino de la noche hasta la siguiente escaramuza con el
nuevo día.
El
paseo que a cabo de presentarles es precioso e ir a ver la puesta de sol es una
tradición. Otros sitios de playa importante son el Jokey de la playa de Salinas
a la que se refiere el siguiente extracto.
“¡Vamos
al Circo Loco en DC10!” Estas palabras escapaban de la multitud que ganaba la salida de la
discoteca Space. Sandra y Darío (los protagonistas principales del libro),
todavía, sedientos de fiesta, también, iban a continuar allí. Entonces,
cogieron el coche y en unos minutos llegaron a la carretera de Salinas donde
está el garito que cada lunes celebra el after houers más colorido, más loco y
sobre todo el más descontrolado del mundo. Un apabullante dispositivo policial
estaba dispuesto en las inmediaciones y a muchos despistados les pillaban las
drogas y le jodían la fiesta. La música se oía desde lejos y la gente llegaba
bailando a la puerta del local. Darío aminoró la marcha por los inconscientes,
que cruzaban la carretera sin mirar, pero no se detuvo. Entonces, ella
preguntó: “¿Dónde vas a dejar el coche?” “No vamos al DC. Al menos por ahora”,
respondió él.
Unos
kilómetros más adelante, bordearon el parque Nacional de las Salinas, y vieron
como una bandada de flamencos hacía escena sobre las piletas. Continuaron
camino y, así pasaron frente a la entrada de la playa; unos cientos de metros
más adelante dejaron atrás la carretera y continuaron por una callejuela para
detenerse cerca del final del camino. Sin prisa se apearon; dieron unos pasos y
se sentaron en un muro. Sus pies colgaban varios metros por encima de las aguas
cristalinas y la vista viajaba paralela a la línea de la playa que sobre la
izquierda se perdía a lo lejos en las inmediaciones de una torre de defensa de
época medieval. A la distancia veían el faro, seguido de una línea de islotes
que corría perpendicular a su vista para culminar en la isla Pitusa menor de
Formentera. No había viento, el mar estaba planchado y gracias a la hora la
zona estaba desierta, cuando por encima de los médanos de la playa comenzó a
despuntar una esfera rojiza. Veloz ganaba altura y en pocas vueltas del
segundero, delante de un fondo celeste precioso, el primer ciudadano de la
isla: “El Sol”, se dejó ver en su totalidad…
…
Después de dejar atrás el inigualable espectáculo de la Madre Naturaleza,
fueron en busca de otra puesta en escena, no menos maravillosa; la fiesta del
Circo Loco, en DC10.
Hay
otros lugares de música en la arena y sin duda el más loco es el Bora Bora,
Disco Beach, ahí va otro extracto del libro:
Regresando
de la playa de Salinas, hicieron un alto en el camino para sentir la alegría de
este club de playa al que Darío define con una frase: “El Bora Bora es un
teatro, si estás colocado actúas y si estás fresco te sientas y disfrutas de la
función”. En este sitio se tocan todos los géneros, por fortuna predomina la
comedia y todo depende del tipo de “colocón” que llevan encima cada uno de los
ocasionales artistas.
Ibiza
cuenta con un buen puñado de playas y los amantes de la tranquilidad, también,
tienen para elegir sitios a su medida.
En
Ibiza ciudad encontramos Dalt Vila, el burgo antiguo amurallado, que junto al
puerto, es el mejor representante de la isla.
Caminar por esta zona conjunta eriza
los bellos.
El puerto tiene un lado antiguo (la esencia) y una parte moderna,
que por estar ubicada del otro lado de la bahía goza de las vistas.
Si
hay un sitio en el planeta de quien enamorarse, sin duda este sitio es la isla
de Ibiza; por su energía, por su alegría, por su locura, por su belleza, por la
buena convivencia y por muchas más cosas…
Otros
sitios para visitar son el legendario mercado de Las Dalias, la playa de
Benirrás, las calas de pescadores, Es Vedra y sus dos picos que despuntan del
mar.
Hay
mucho más lugares diurnos por descubrir en esta isla maravillosa, pero ese
privilegio queda para ustedes porque yo no me puedo seguir extendiendo sin
llegar a la noche.
Cuando
el Sol se fue a la cama, la mejor opción de Ibiza es comenzar por el puerto, yo
que lo conozco, les recomiendo que vayan directo al Bar Mambo, (foto de la izquierda) sobre el número
11 de la calle Garijo. Está es la zona donde todo inicia, la pasarela de
guapos, guapas y famosos. El lugar donde conocer gente, el sitio donde se
consiguen los boletos para las discotecas. Si sois nuevos y no les conocen, la
gente de los bares, con gusto, puede reservar para ustedes una mesa en la zona
VIP de las mejores discotecas. Estos mismos gentiles colaboradores pueden hacer
por ustedes mucho más que eso, porque en Ibiza no falta de nada; alquilar un
barco, conseguir una excelente villa y ser guiados hacia las mejores fiestas. Todo
está al alcance de vuestra billetera, pero cuidado porque con respecto a este
último argumento, les comento, que no todo gira alrededor del dinero y en este
sitio de muy buena iniciativa la clase vale más que cualquier moneda.
…
En los bares de puerto nos la pasamos bomba, pero la noche avanza y los locales
van perdiendo almas, que con disimulo se pierden camino de las discotecas. Los
que van a Pacha, pueden coger el barquito romántico, que cruza la bahía y les
desembarca en la marina, frente a El Divino, si no se quedan allí sepan que
llegar a la discoteca que presenta un icono con cerezas es un paseo.
Durante
el verano, los veinte mejores D. J. del globo actúan en Ibiza; la oferta es
gigante y la diversión ilimitada. Pacha, El Divino, Amnesia, Space, Ushuaia Beach Club, Es Paradis, Eden y
Privilege son los clubes que forman el espíritu marchoso de esta isla.
En
todos los años que viví en la isla vecina, (40 minutos de transbordador), una
sola vez visité está que viene llamada: “Pitusa menor”. Este hecho curioso se
debe a que Ibiza me lo daba todo y, por esa razón, no necesitaba moverme del
sitio.
Formentera
tiene una playa, a la que solo se llega en barca, que recibe a los mejores
barcos privados que circulan por el Mediterráneo y el mundo. Mientras que en la
parte de fácil acceso para todos, conviene alquilar un scooter; unas pocas
horas son suficientes para conocer la isla; las viejas salinas, el faro y sus
acantilados y un puñado de excelentes playas les están esperando. En este trozo
de mundo el paraíso diurno es tan prospero que de noche hay pocas posibilidades
de que coja alas el infierno.
Ibiza Clubes
El siguiente set de imágenes personales, tal vez, no sea adecuado para agregar a esta presentación, pero no podía dejar de subirlo.
Al cierre de las discotecas de Ibiza llega gente de todo el planeta y este evento es tan importante que se puede llegar a medir con el carnaval de Brasil o el antiguo Love Parade de Berlín. Un evento donde todos, al menos una vez, deberían asistir.
La fiesta mejor del mundo yo estuve en el 2011, saludos desde México
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