Es otro de los países sin salida al mar, ubicado en el centro-sur del continente africano.
Este país era conocido como Rodesia del Norte durante la época colonial y su nombre actual proviene del río Zambeze y lo tomó cuando en 1964, se independizó del Reino Unido.
Dos veces atravesé Zambia y en la primera prácticamente no nos detuvimos porque teníamos prisa por llegar a las famosas cataratas Victoria, que voy a presentar en la entrada siguiente cuando veamos Zimbabwe, pero de todos modos, ahora mismo, les comento que estas cataratas figuran entre las más espectaculares del planeta.
El río Zambeze, que tiene más de dos kilómetros de ancho en este lugar, se precipita con estruendo por una serie de desfiladeros basálticos, levantando una nube de rocío iridiscente que puede verse a más de 20 kilómetros de distancia. El sitio es Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO.
Lusaka es su capital, pero es una ciudad sin atractivos.
Las cosas interesantes que encontré en Zambia, fueron la vida salvaje, selva impenetrable, parques nacionales y una vertiente con aguas termales en medio de la selva. Recuerdo haber visto hipopótamos, una chita, hormigueros gigantes, leones, jirafas y elefantes.
El siguiente mapa muestra como llegué a Zambia, por el sur y regresé por el norte
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